Colección Centenario Banco de la República

Colección Centenario Banco de la República

Un banco central cumple tres funciones esenciales: emite el dinero circulante, es el banco de los bancos y actúa como el agente fiscal del gobierno. En cumplimiento de estas funciones, regula el sistema de pagos, administra las reservas internacionales, es un importante partícipe en el mercado de deuda pública y, más en general, diseña y ejecuta la política monetaria. Las actividades de la banca central son un monopolio natural que, en cada economía, ejerce de forma eficiente una sola entidad.

En Colombia, en 1923 la sociedad delegó las responsabilidades del banco central en el Banco de la República, que desde entonces ha cumplido las funciones esenciales que se enumeraron. Aparte de estas actividades fundamentales, la legislación y las decisiones de política pública han cambiado a lo largo del tiempo el espectro de las actividades adicionales que desempeña el Banco. Por ejemplo, para cumplir la administración de las rentas del gobierno, durante varios años se ocupó en el desarrollo de las minas de sal del país y tuvo a cargo la compra de la totalidad del oro producido en el territorio nacional.

Su éxito, en su rol primordial de emisor del dinero circulante, es difícil de exagerar. Desde su fundación, el Banco emite el peso colombiano sin haber cambiado nunca su denominación. A pesar de las dificultades geográficas y políticas del país, los ciudadanos han usado y usan su moneda en todas sus transacciones y como depósito del valor de sus ahorros. Incluso, en territorios alejados y de frontera, el peso es la moneda predominante que tiene un valor que nadie pone en duda. Además, en el contexto latinoamericano, su estabilidad es extraordinaria y es un tesoro de la sociedad.

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Esta colección la conforman por 9 libros.

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En un país de múltiples y apartadas regiones como Colombia, el cumplimiento cabal de las funciones del Banco se ha beneficiado de una presencia institucional fuerte en todo el territorio nacional. Esta presencia se da a través de una importante red de oficinas en varias ciudades, grandes y medianas. Durante décadas, la red de oficinas fue instrumental en la ejecución de las actividades de crédito de fomento y compra de oro. Tras la Constitución de 1991, el Banco dejó de proveer crédito al sector real y dejó de ser el único comprador autorizado en el mercado de oro, y desde entonces la red de oficinas se concentró en las operaciones de distribución de especies monetarias y en las actividades culturales, que son una función peculiar. La actividad cultural del Emisor tiene raíces en la creación del Museo del Oro y de la Biblioteca Luis Ángel Arango; esta labor, asignada por ley, se extiende a la conservación de bienes patrimoniales de distinto tipo, desde restos arqueológicos y obras de arte hasta archivos fotográficos y empresariales. El Banco ha tenido a cargo, también, el registro cuidadoso de su historia a través de publicaciones y de la preservación cuidadosa de sus archivos documentales.

Existe un acervo amplio de documentos y libros que describen múltiples aspectos técnicos y legales de la historia del Banco de la República. La mayor parte de esta literatura ha surgido de la misma institución, de sus funcionarios e investigadores, y se ha concentrado en describir y analizar las causas y consecuencias de las políticas adelantadas por el Banco.