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Changes in the distribution of new loans by risk category throughout the post-pandemic credit cycle in Colombia
(Banco de la República) Gómez-Molina, Andrés Camilo; Quicazán-Moreno, Carlos Andrés; Vargas-Herrera, Hernando
Tras la pandemia, el sistema financiero de Colombia experimentó un marcado ciclo de crédito, con un significativo crecimiento real en los préstamos de consumo, seguido de una desaceleración a partir de finales de 2022. Este estudio utiliza datos granulares a nivel de préstamo para analizar cómo los intermediarios financieros ajustaron la composición del riesgo crediticio en los nuevos préstamos a lo largo de este ciclo. Se examinan las implicaciones de estos cambios en la dinámica de la oferta de crédito y las condiciones financieras. Además, el estudio explora la interacción entre la composición del crédito y la transmisión de la política monetaria durante el período 2021–24. Dado que el endurecimiento monetario elevó las tasas de interés de los préstamos, los cambios en la composición del crédito—particularmente el aumento en la participación de prestatarios más riesgosos—amplificaron la transmisión de las tasas de política a los costos de financiamiento promedio, especialmente en el segmento de crédito de consumo. Los resultados destacan la importancia de la dinámica del riesgo crediticio en la evaluación de la efectividad de la política monetaria y demuestran el valor de los datos desagregados para comprender las condiciones macrofinancieras de la economía.
Documentos de Trabajo. 2025-05-09
Borradores de Economía; No.1313
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Crecimiento de la ocupación jalonado por el segmento no asalariado y un análisis sobre el teletrabajo en Colombia
(Banco de la República de Colombia) Subgerencia de Política Monetaria e Información Económica; Grupo de Análisis del Mercado Laboral (Gamla); Bonilla-Mejía, Leonardo; Flórez, Luz Adriana; Granda-Carvajal, Catalina; Hermida-Giraldo, Didier; Lasso-Valderrama, Francisco Javier; Morales-Zurita, Leonardo Fabio; Morales-Zurita, Leonardo Fabio; Grupo de Análisis del Mercado Laboral
Los datos de la Gran encuesta integrada de hogares (GEIH) indican que, a febrero del presente año, el empleo continuó creciendo a una tasa anual del 3,9 %, lo cual es explicado, principalmente, por una mejor dinámica en el empleo del dominio rural, que creció a una tasa del 4,9 %. Lo anterior ha permitido un aumento en la tasa de ocupación (TO) nacional de 1,4 puntos porcentuales (pp) y de 1,8 pp para el dominio rural. De esta manera, las TO se ubican en niveles del 58,4 % y 57 %, respectivamente. En cuanto al domino urbano, la TO se incrementó a un menor ritmo (0,9 pp), y se ubica en el 59,8 %. De igual modo, por posición ocupacional el mayor crecimiento del empleo se observó en el segmento no asalariado, con un crecimiento anual del 5,1 %, mientras que el segmento asalariado presentó un aumento anual más moderado: del 2,6 %.
Otras fuentes de información confirman el menor dinamismo del empleo formal, como son las cotizaciones de dependientes en la Planilla Integrada de Liquidación de Aportes (PILA), que muestran estabilidad en el último año. Varios indicadores de demanda laboral, como los índices de vacantes del Servicio Público de Empleo (SPE), el índice de avisos clasificados y el índice de la GEIH, continúan su tendencia decreciente, en línea con las menores expectativas de contratación reportadas por las empresas en la Encuesta de expectativas del Banco de la República, la cual sugiere caídas en los próximos seis a doce meses. Sin embargo, en el futuro más cercano (tres meses) las encuestas de Manpower Group se mantienen en terreno positivo.
Por su parte, la tasa de participación laboral (TGP) del agregado nacional presentó un incremento anual de 0,8 pp a febrero, impulsada por el dominio rural, en donde se incrementó en 1,6 pp, mientras que la TGP urbana se mantuvo estable. Lo anterior, en línea con la mayor ocupación en el segmento rural, permitió una caída en la tasa de desempleo (TD) nacional, ubicándola en un 9,4 % en febrero. Entre tanto, la TD en el agregado urbano fue del 9,2 % y en el agregado rural del 9,7 %.
A pesar de la desaceleración de los indicadores de vacantes, la relación entre vacantes y tasa de desempleo, también conocida como curva de Beveridge (CB) muestra un mercado laboral aún estrecho, especialmente por la reciente caída en la TD. En línea con lo anterior, los ingresos laborales medianos continúan creciendo en un 9,2 % en términos reales.
Con base en lo anterior, y teniendo en cuenta las proyecciones del producto interno bruto (PIB) consignadas en el Informe de Política Monetaria (IPM, abril de 2025), los pronósticos más recientes de la TD sugieren una estabilidad relativa durante todo 2025. Específicamente, se espera que la TD urbana se ubique entre el 8,3 % y el 10,1 %, con un valor más probable del 9,2 % en promedio para 2025. Por su parte, la TD del agregado nacional se proyecta entre el 8,7 % y el 10,5 %, siendo un 9,6 % la cifra más probable. Además, dada la estimación de la tasa de desempleo no inflacionaria (Nairu) del 10,2 % promedio en 2025, se estima que la brecha de la TD sería de -1 pp, más negativa que lo estimado en el Reporte anterior.
Como es usual, este reporte se divide en dos secciones. La primera analiza en detalle los hechos coyunturales del mercado laboral resumidos en los párrafos iniciales. En la segunda, se estudia la dinámica y los efectos de la modalidad de teletrabajo sobre las variaciones salariales y la eficiencia del mercado laboral. Para ello se usa la información del universo de vacantes del país recopiladas por el SPE y técnicas de procesamiento de lenguaje natural. Los resultados muestran que en el periodo de pospandemia las vacantes para teletrabajo se han incrementado en un 4,4 %. Por otro lado, sin controlar por sesgos de habilidades, las vacantes teletrabajables muestran salarios mayores entre el 10 % y 23 % frente aquellas no teletrabajables; sin embargo, al controlar por los sesgos asociados con las habilidades específicas del teletrabajo, el incremento en el salario no resulta estadísticamente significativo. Por otro lado, la evidencia mostrada en este Reporte sugiere que el aumento del trabajo en casa habría mejorado la eficiencia del emparejamiento entre vacantes y desempleados.
Reportes, Boletines e Informes. 2025-05-09
Reporte del Mercado Laboral - No.34
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Evolución Reciente del Endeudamiento Externo de los Bancos Colombianos - Marzo de 2025
(Banco de la República de Colombia) Escobar-Villarraga, Mariana; Clavijo-Cabrera, Valentina; Gómez-Molina, Andrés Camilo
En este informe se describe la evolución reciente de las líneas de crédito en moneda extranjera (M/E) del sistema bancario colombiano con información a marzo de 2025 y se presentan los principales resultados de la Encuesta de endeudamiento externo y cupos aplicada por el Banco de la República.
Reportes, Boletines e Informes. 2025-05-07
Evolución Reciente del Endeudamiento Externo de los Bancos Colombianos - Marzo de 2025
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Monetary Policy Report - April 2025
(Banco de la República de Colombia) Office of the Deputy Technical Governor; Office for Monetary Policy and Economic Information; Programming and Inflation Department; Inflation Section; Macroeconomic Programming Section; Macroeconomic Modeling Department; Forecasting Section; Models and Capacities Development Section
In March, inflation decreased - although less than anticipated - and remains above the 3% target. Over the next two years, it is expected that inflation will continue to decline, converging gradually toward the target.
In March, annual headline inflation stood at 5.1% - slightly above the forecast - due to upward surprises in regulated items such as gas and urban transportation, as well as increases in processed foods.
The decline in inflation is largely attributed to the cumulative effects of a still-restrictive monetary policy stance, indexation to lower inflation rates, and the moderation of international prices for certain goods and raw materials. However, inflation remains above 3% due to continued significant price adjustments across all baskets, except for the goods group excluding food and regulated items.
Core inflation, which excludes more volatile items such as food and regulated items, continued to decline, falling slightly more than presumed to 4.9% in March.
For the remainder of 2025 and into 2026, headline inflation is expected to continue its downward trend amid a recovery in economic activity, albeit with excess productive capacity, price indexation to lower inflation rates, and moderate exchange rate pressures. Under these conditions, inflation is projected to converge to the 3% target by yearend 2026.
The inflation forecast remains subject to high uncertainty, particularly due to the behavior of prices for some regulated services and exchange rate dynamics in a context of significant fiscal challenges. This uncertainty has recently increased due to potential impacts stemming from changes in U.S. trade policy.
In the first quarter of 2025, economic activity would have recovered more than expected; however, it faces future adverse shocks originating from the external environment.
In 2024, the Colombian economy grew by 1.7%, broadly in line with projections. This performance occurred against a backdrop of declining interest rates, lower (though still above-target) inflation, and increased household disposable income.
Available information for the first quarter of 2025 indicates stronger-than-expected economic activity, driven by higher growth in private consumption and investment. As a result, GDP is estimated to have grown by 2.5% year-on-year during the quarter.
For the remainder of the year, it is anticipated that higher incomes from higher prices of certain agricultural products such as coffee, robust remittance inflows, and strong foreign tourism will bolster economic activity. The latter would be complemented by a gradual recovery in credit amid declining real interest rates and credit risks.
However, recent tariff increases in the United States and uncertainty about future trade policy have dampened global economic activity, raised global risk perceptions, and increased the cost of external financing, factors that are expected to negatively affect Colombia’s exports of goods and services.
Considering the stronger-than-expected growth in the first quarter and the adverse external shock linked to global trade developments, the economic growth forecast for 2025 remains at 2.6%, while the projection for 2026 has been revised downward to 3.0%.
The unemployment rate continues to decline and remains at low levels, while employment has increased significantly, particularly in the non-salaried segment, leading to a rise in the informality rate.
The Board of Directors of Banco de la República (JDBR) continues to adopt a cautious approach to monetary policy, consistent with the aim of guiding inflation toward the 3% target and supporting a sustainable recovery in economic activity.
At its March meeting, the Board of Directors of Banco de la República (JDBR) opted to lower the monetary policy interest rate to 9.25%, following a decision to keep it unchanged in January.
Although inflation has declined, it remains above the target and is subject to significant risks, warranting a cautious approach to interest rate decisions to ensure a sustained convergence of inflation toward the 3% target.
Domestic fiscal challenges and external uncertainty pose significant upside risks to Colombia’s external financing costs, exchange rate, and inflation. These factors underscore the need for a prudent monetary policy stance to support the path of inflation to the target and the sustainable recovery of economic activity.
Box 1 - De la recuperación al ajuste: dinámica reciente de los sectores productivos en Colombia (only in Spanish)
Barbosa-Buitrago, Johanna; Pulido-Mahecha, Karen L.
Descargar PDF Box 2 - Evaluación del error de pronóstico macroeconómico para 2024 (only in Spanish)
Muñoz-Martínez, Jonathan Alexander; Pérez-Amaya, Julián Mauricio
Reportes, Boletines e Informes. 2025-05-06
Monetary Policy Report - April 2025
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Informe de Política Monetaria - abril 2025
(Banco de la República de Colombia) Gerencia Técnica; Subgerencia de Política Monetaria e Información Económica; Sección de Inflación; Sección de Programación Macroeconómica; Departamento de Programación e Inflación; Sección de Gestión del Proceso de Pronóstico; Departamento de Modelos Macroeconómicos; Sección de Pronóstico; Sección de Desarrollo de Modelos y Capacidades
Resumen macroeconómico
Las condiciones de financiamiento externo del país se han tornado más restrictivas, en un entorno de tensiones comerciales globales debido al incremento de los aranceles en los Estados Unidos, de una alta volatilidad e incertidumbre en el mercado financiero internacional y de presiones al alza sobre la prima de riesgo de Colombia. Al tiempo, la incertidumbre alrededor de las tensiones comerciales y la perspectiva de mayores barreras al comercio implican choques negativos sobre la demanda externa del país, las remesas de trabajadores colombianos en el exterior y los precios de algunos de los principales bienes exportados. En marzo la Reserva Federal (Fed) mantuvo su tasa de interés de política monetaria entre el 4,25 % y 4,50%, en línea con lo esperado por el mercado y por el equipo técnico del Banco. En abril, los anuncios de aranceles en los Estados Unidos y la incertidumbre alrededor de los conflictos comerciales se han reflejado en una reducción en el pronóstico de crecimiento económico y en una mayor proyección de la inflación en ese país. Esta disyuntiva entre unas perspectivas de menor crecimiento y mayor inflación ha incrementado la volatilidad en los pronósticos de la tasa de interés de la Fed por parte del mercado, y también se ha traducido en menores perspectivas de crecimiento de los socios comerciales relevantes para el país. Con todo esto, en el presente Informe se supone que la tasa de interés de la Fed se reducirá de forma lenta, con tres descensos (antes dos) de 25 puntos básicos (pb) en 2025 y otros dos de la misma magnitud en 2026. Por su parte, la reducción en la cotización internacional de algunas materias primas exportadas relevantes para los ingresos del Gobierno Nacional (petróleo, carbón y níquel) deteriorarían los términos de intercambio en el horizonte de pronóstico. Por su parte, la prima de riesgo de Colombia se ha incrementado y se espera que las condiciones externas descritas, junto con el deterioro fiscal observado, continúen presionando al alza la prima de riesgo en el horizonte de pronóstico. La incertidumbre sobre los pronósticos externos y sobre su impacto en el país es inusualmente elevada, dadas las crecientes tensiones en el comercio exterior, las medidas migratorias, arancelarias y fiscales en los Estados Unidos, los conflictos en varias regiones del mundo, la percepción del riesgo soberano de Colombia, entre otros.
Frente a lo proyectado en el Informe de enero, el crecimiento económico para 2025 se mantuvo en el 2,6% y el de 2026 se redujo al 3,0%. Estos pronósticos incorporan una demanda interna más dinámica en el primer trimestre de 2025, pero un efecto negativo en el horizonte de pronóstico sobre la economía colombiana originado en los aumentos de los aranceles y a su incertidumbre en los Estados Unidos. El crecimiento anual del PIB para el cuarto trimestre de 2024 (2,4%) resultó similar al proyectado (2,3 %), aunque con una demanda interna más dinámica (4,4 %, vs. 4,1 % estimada) y una contribución contable más negativa del balance comercial externo. El mayor crecimiento de la demanda interna, que completó cinco trimestres con aumentos en su nivel, se explicó por el mejor comportamiento de los inventarios y de la formación bruta de capital fijo (FBCF), de la inversión en maquinaria y equipo, y en otros edificios y estructuras. El aumento de las importaciones, superior a lo esperado, refleja la dinámica de la demanda interna y explicó la ampliación del desbalance comercial en términos reales. Las cifras disponibles de actividad económica para el primer trimestre de 2025 sugieren que la economía habría crecido a una tasa anual del 2,5 %, superior a la estimada en enero (1,8 %). Lo anterior, debido a una demanda interna (4,9%) que estaría resultando más dinámica, explicada por una mayor expansión del consumo privado (2,6%) y de la inversión (19,9%).
Las importaciones se habrían acelerado en términos anuales (14,4 %), en línea con el dinamismo de la demanda interna,
mientras que las exportaciones habrían reducido su ritmo de expansión (2,0 %). En lo que resta del año, los altos precios
de varios productos agrícolas (v. g.: café), los elevados niveles de las remesas del exterior y la fuerte dinámica del turismo extranjero seguirían estimulando el ingreso disponible de los hogares y su gasto. La recuperación esperada del crédito, en un entorno de menores tasas de interés reales de préstamos y de moderación del riesgo de crédito, también contribuirían al crecimiento del producto. No obstante, los cambios en la política arancelaria en los Estados Unidos han incrementado el riesgo mundial y el costo de financiamiento externo, y tendrían un impacto negativo sobre la demanda de los bienes que exporta Colombia. Al incorporar la mejor dinámica esperada para el primer trimestre y el choque externo negativo, el pronóstico de crecimiento económico para 2025 se mantuvo en el 2,6 % y para 2026 se redujo del 3,4 % al 3,0 % (Gráfico 1.1). La anterior dinámica de la actividad económica se daría en un contexto de una política monetaria interna que se hace menos restrictiva en el tiempo, pero compatible con la convergencia de la inflación a la meta del 3,0% en el horizonte de pronóstico. Con lo anterior y con las revisiones en las cifras del producto interno bruto
(PIB) publicadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), los excesos de capacidad productiva para 2025 serían algo menores que los estimados en el Informe de enero, y algo más amplios en 2026 (Gráfico 1.2). Estas estimaciones continúan sujetas a un alto grado de incertidumbre por factores externos (tensiones políticas y comerciales globales y la respuesta de los mercados financieros y la política monetaria en los países avanzados) e internos (incertidumbre sobre la política fiscal).
En marzo la inflación total (5,1%) se redujo después de cuatro meses de estar relativamente estable, mientras que la inflación básica (4,8 %), sin alimentos ni regulados, mantuvo una tendencia decreciente. Se espera que la inflación continúe reduciéndose y converja a la meta del 3,0 % en el horizonte de pronóstico (gráficos 1.3 y 1.4). Frente a lo esperado en el Informe de enero, la inflación total en marzo descendió menos, debido a la aceleración de los precios de algunos servicios regulados (gas y transporte) y de los alimentos procesados. La reducción de la inflación básica, más acentuada de la esperada, compensó parcialmente las anteriores alzas y contribuyó a reducir la inflación total. Dentro de la inflación básica, varios ítems que componen los servicios, como las comidas fuera del hogar, la educación no regulada, la administración de edificios, servicios de salud, peluquerías, entre otros, registraron una variación anual inferior a la esperada; una situación similar se registró en los precios de varios bienes como ropa, celulares, vehículos, televisores, computadores, comida de animales, entre otros. Para lo que resta del año y para 2026 la inflación total continuaría su convergencia a la meta del 3 %, aunque a un ritmo más lento que el pronosticado en el Informe de enero. Esto, porque a lo largo de 2025 se registrarían algunos ajustes adicionales en los precios del gas y por las presiones al alza sobre los alimentos procesados provenientes de varios precios internacionales. Además, en 2026 varios grupos importantes del IPC (v. g.: arriendos) se indexarían a una tasa de inflación más alta proyectada para el final de 2025. No obstante, los efectos acumulados de la política monetaria, que se reflejan en una brecha del producto que se mantendría negativa en 2025 y 2026, y las presiones desinflacionarias provenientes de la tasa de cambio real seguirían contribuyendo a la convergencia de la inflación hacia su meta. Con todo esto, para el final de 2025 y de 2026 se proyecta una inflación total del 4,4% (antes 4,1 %) y del 3,0 % (manteniendo la misma cifra). Estas proyecciones continúan enfrentando una incertidumbre elevada, asociada, principalmente, con el comportamiento futuro de la tasa de cambio, con los impactos de la postura en la política comercial en Estados Unidos frente al comercio global, con los choques de oferta que afectan el precio internacional de los alimentos, con las disposiciones en materia de los ajustes en los precios de algunos bienes y servicios regulados, y con los efectos del aumento del salario mínimo en lo que resta del año.
La postura restrictiva de la política monetaria sigue contribuyendo a la convergencia de la inflación hacia la meta; sin embargo, la inflación observada y la mayoría de las medidas de sus expectativas continúan por encima del 3%. Los indicadores de actividad económica para inicios del año señalan que el producto completaría seis periodos con aumentos trimestrales, con una dinámica de la demanda interna algo más fuerte de la esperada. Se sigue estimando que la economía presenta excesos de capacidad productiva que contribuyen a la reducción de la inflación. En el mercado laboral, la tasa de desempleo registra niveles que se pueden calificar como bajos con respecto a su historia, el empleo muestra una tendencia creciente, y el aumento real del salario mínimo, superior al aumento de la productividad laboral, se está reflejando en incrementos de precios en varios grupos del índice de precios al consumidor (IPC). En 2024 la posición externa completó dos años de reducción del déficit corriente como porcentaje del PIB, lo cual contribuye a la reducción de la vulnerabilidad externa del país. No obstante, el deterioro fiscal hace que el país sea más vulnerable ante un choque negativo de financiamiento externo. Hacia adelante se espera que las tensiones comerciales globales generadas por el aumento de los aranceles afecten negativamente la demanda externa del país, aunque el tamaño del impacto involucra una elevada incertidumbre. Al mismo tiempo, este choque externo negativo presionaría al alza la tasa de cambio. De igual manera, la debilidad fiscal del país presionaría al alza la prima de riesgo y la tasa de cambio. Se espera que la inflación continúe disminuyendo y converja al 3,0%, pero a un ritmo más lento que el pronosticado en el Informe de enero. Por su parte, las expectativas de inflación para diciembre de 2025 y 2026 continúan por encima del 3,0%. Frente a lo proyectado en enero se estiman unos excesos de capacidad productiva más moderados en 2025, pero más amplios en 2026. Estos senderos esperados de una tendencia decreciente más lenta de la inflación y unos excesos de capacidad productiva más moderados son compatibles con una postura de política monetaria en terreno restrictivo, que propenda por la convergencia de la inflación hacia la meta en el horizonte de pronóstico.
Reportes, Boletines e Informes. 2025-05-05
Informe de Política Monetaria - abril 2025