Al cierre del primer trimestre de 2015, la economía regional estuvo enmarcada en un contexto de aumento de la inflación y la tasa desempleo. Por el lado de la demanda, la importación de maquinaria y equipo de transporte sugiere expansión de la inversión; en tanto, el consumo de los hogares evidenció retroceso al deteriorase el índice de confianza del consumidor y mermar el uso e importación de bienes durables. En cuanto a la oferta, la industria exhibió crecimientos moderados en producción y ventas reales, mientras que los diferentes parámetros de medición del sector de la construcción y la actividad agropecuaria señalaron resultados mixtos. El comercio interno mostró desaceleración y la extracción de oro y plata una notable contracción. Por su parte, continuó acrecentándose el déficit en la balanza comercial como resultado de la caída las exportaciones y la dinámica de las importaciones.