Al cierre del tercer trimestre de 2013, la actividad económica de la región fue menos favorable frente a igual período del año anterior, comportamiento caracterizado por una inflación baja y estable, y una mejora de los indicadores laborales; no obstante se notó cierta recuperación en algunas variables en el mes de septiembre. La producción industrial retrocedió y fueron menores las ventas del comercio interno, incluyendo las de vehículos. Los principales indicadores que miden la construcción evolucionaron positivamente en el tercer trimestre. El comercio exterior estuvo marcado por una reducción de las exportaciones totales, especialmente las de oro, y una desaceleración de las importaciones, movimiento que se tradujo en un déficit de la balanza comercial. Dentro del sistema financiero se observó una buena dinámica de las carteras comercial e hipotecaria y una contracción en la de consumo.