¿Por qué perdió la costa Caribe el siglo XX?

EN 1964, O TAL VEZ 1965, leí con gran alegría y deleite el libro Una historia con alas, del coronel Herbert Boy, quien fue uno de los jóvenes aviadores alemanes que, concluida la I Guerra Mundial, atravesaron el Atlántico para trabajar en la recién fundada empresa, Sociedad Colombo Alemana de Transporte Aéreo, Scadta. Nacido en 1897, durante sus actuaciones como piloto en la aviación alemana se apuntó cinco victorias. El 7 de octubre de 1918 fue derribado y capturado por los franceses. En 1924 uno de sus antiguos compañeros de la aviación militar, Hellmut von Krohn, lo invitó a Colombia para trabajar con la Scadta.

Sin lugar a dudas, la ágil prosa que se enriqueció con la colaboración del escritor Eduardo Caballero Calderón ayudó para engancharme con el libro. Lo que me cautivó desde un principio fue la presencia de muchos lugares del Caribe colombiano, que durante mi infancia se fi jaron en mi mente para siempre, bien sea porque muchas veces escuché hablar de ellos a mis mayores, o porque eran parte de mi entorno. En estas páginas leí por primera vez acerca del hidropuerto de Veranillo, Bocas de Ceniza, los caimanes del río Magdalena, los primeros viajes aéreos entre Cartagena y Barranquilla. Así mismo, el autor nos cuenta sobre el profesionalismo de los pilotos y mecánicos alemanes de la Scadta, y cómo esta última se transformó en Avianca y el recorrido siguiendo la orientación de “radio río”: El Banco, Mompox, Gamarra, Ocaña. Lugares y temas sobre los que había oído hablar una y otra vez. Pero ahora, por primera vez, los encontraba en un texto. Con el tiempo he constatado que Una historia con alas resultó siendo un amor a primera lectura con la historia económica del Caribe colombiano.

Tal vez por el entusiasmo que entre mis primeras lecturas despertó el relato de Herbert Boy, el interés por la historia económica del Caribe nuestro me ha acompañado durante toda mi vida profesional. En 1980 publiqué mi primer  artículo académico, “Esclavitud, mestizaje y haciendas en la Provincia de Cartagena, 1533-1851”, la cual salió en la revista Desarrollo y Sociedad del Cede. Ese ensayo fue producto de la búsqueda en fuentes primarias que sobre las haciendas coloniales de la provincia de Cartagena realicé en 1976, en el Archivo General de la Nación, para lo que iba a ser mi tesis de economía. Finalmente, esa tesis no se concretó, pues opté por otra modalidad de grado, por lo que decidí usar el material recopilado para escribir un artículo. Mi interés al acometer esa investigación era conocer mejor los obstáculos al desarrollo económico de la costa Caribe, algo que se me hizo muy evidente durante mis años de estudio en Bogotá, 1972-1977, cuando por primera vez recorrí otras zonas del país. Por limitaciones de tiempo, tuve que limitarme, casi que exclusivamente, al período colonial. Sin embargo, cuando terminé mis estudios de  maestría y doctorado en economía y sociología e ingresé al Banco de la República, volví a retomar el interés inicial por el desarrollo económico costeño en el largo plazo. Un primer ensayo en esa perspectiva fue “¿Por qué se disipó el dinamismo industrial de Barranquilla?”, publicado en 1987 en Lecturas de Economía, de la Universidad de Antioquia. En los diez años siguientes, 1988-1997, publiqué artículos sobre la historia de los bancos y los banqueros de la costa Caribe, la industria manufacturera de Barranquilla y el creciente rezago de la región, con respecto a la zona andina, en la segunda mitad del siglo XX.

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Autor/Editor(es): 


Meisel, Adolfo


Fecha de publicación:
Marzo, 2011.

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