La economía de Barranquilla a comienzos del siglo XXI

En pleno comienzo del siglo xxi las perspectivas de Barranquilla parecen tomar un rumbo distinto del de décadas anteriores. La percepción del Gobierno local y el manejo de las finanzas públicas han dado un giro positivo. Con la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos, el potencial de crecimiento e inversión en la ciudad ha aumentado las expectativas de los años que vienen. Sin embargo, dado su tamaño —es la cuarta en población del país y la primera de la costa Caribe en términos económicos—, los asuntos que persisten no son de poca monta.


Si bien para abordar y proponer el desarrollo de una ciudad es necesario un punto de vista holístico, la economía de Barranquilla a comienzos del siglo xxi brinda una perspectiva microeconómica. Por consiguiente, Juan David Barón, Leonardo Bonilla, Laura Cepeda, Luis Armando Galvis y Andrea Otero, investigadores del Centro de Estudios Económicos Regionales (CEER) del Banco de la República, sucursal Cartagena, realizaron estudios sobre distintos aspectos de la otrora llamada Puerta de Oro de Colombia. El resultado son seis capítulos enfocados en problemas sociales, urbanos y económicos: pobreza, vivienda, educación, industria, finanzas públicas y el puerto.


En el aspecto social, los trabajos de Laura Cepeda y Luis Armando Galvis se apoyan en mapas de la ciudad para analizar la pobreza y el déficit de vivienda, respectivamente. Ambos autores hacen uso de la información del censo de 2005, que permite desagregar los datos a unidades geográficas tan pequeñas como manzanas, para concluir que los malos resultados en ambos aspectos se concentran en las mismas zonas de las ciudades, a saber: el occidente de las localidades Suroriente y Metropolitana.


Laura Cepeda presenta una descripción de la pobreza de la ciudad, con una desagregación por barrios. Su capítulo muestra cómo la pobreza y algunas variables negativas asociadas a ella no se distribuyen homogéneamente en la ciudad, sino que se concentran en sectores específicos. Según la investigadora, “la razón para la segregación [residencial] varía de región a región, pero en América Latina esta suele asociarse a problemas socioeconómicos, mientras que en los Estados Unidos y otros países desarrollados, como Canadá, se asocia principalmente a características raciales o étnicas”. Cepeda muestra cómo la pobreza y los factores negativos asociados a ella se concentran en los mismos lugares de la ciudad donde hay mayor déficit de vivienda: la mitad de la población de la localidad Metropolitana y el 61% de la localidad Suroccidente se encuentran por debajo de la línea de pobreza, mientras que en localidades como la Norte Centro Histórico esta cifra es de 13%. Al mirar otras variables como el analfabetismo, la informalidad laboral y el porcentaje de personas autoclasificadas como afro, que usualmente están en condiciones de desventaja, se observa que la gran mayoría se concentra en las dos localidades mencionadas arriba y en la localidad Suroriente; de ahí el título del capítulo: “Los sures de Barranquilla”.


La vivienda es un aspecto de crucial importancia en una ciudad urbana como Barranquilla y así lo denota el capítulo de Galvis. En 1993 la cohabitación y la falta de servicios públicos eran los principales causantes del déficit de vivienda en la ciudad. El autor muestra que, si bien entre 1993 y 2005 la infraestructura de las viviendas mejoró de manera notable —sobre todo por el aumento en la cobertura de servicios públicos—, el hacinamiento aumentó, ya que la proporción de hogares en cohabitación subió en 34%. Los modelos presentados muestran que las variables que afectan de forma significativa la probabilidad de que un hogar esté en déficit habitacional son los ingresos, la educación y el género de su jefe, la edad de este y la razón de dependencia del hogar.


Juan David Barón compara el rendimiento académico de los estudiantes barranquilleros de grados quinto, noveno, undécimo y de últimos semestres de universidad con sus pares en Bucaramanga y Bogotá, las ciudades del país con mejor rendimiento. Documenta al detalle las brechas entre Barranquilla y estas dos ciudades en los puntajes en las pruebas estandarizadas Saber, en distintos componentes. Tener un grupo de comparación del nivel de estas dos ciudades permite formular recomendaciones más acertadas de política, pues sería inadecuado comparar a Barranquilla con ciudades de menor tamaño o con menor rendimiento académico y mucho menos con el agregado nacional

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Autor/Editor(es): 

Cepeda, Laura
Galvis, Luis Armando
Barón, Juan D.
Andrea Otero, 
Leonardo Bonilla,


Fecha de publicación:
Octubre, 2013

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