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Item Open AccessEl costo de la inflación con racionalidad y previsión perfectas(Banco de la República, 1995-04-12) Posada, Carlos EstebanLas autoridades monetarias de Colombia están aplicando medidas para combatir la inflación. El interés oficial por disminuir paulatina pero sustancialmente la inflación se ha hecho evidente a partir de 1991 puesto que, desde entonces, se percibe un proceso de declinación, aunque vacilante, de sus índices y se han aprobado reformas jurídicas y nuevos mecanismos de manejo cambiario y monetario encaminados a otorgar independencia y mayor margen de maniobra anti-inflacionaria a las autoridades monetarias. Adicionalmente, desde principios de 1991 las políticas monetaria y cambiaria han tenido como guía la reducción de la inflación, no obstante sus cambios de estrategia e instrumentos. Lo anterior, que también se ha venido registrando de manera paralela o desde los años ochenta en muchos otros países, ha ido acompañado de una larga ola de escritos académicos en los cuales se consignan las hipótesis y los hallazgos de los economistas referidos a los costos de inflación o de las políticas que la promueven. Colombia tampoco ha sido, en esto, la excepción. Ha sido muchas las razones esgrimidas por los economistas para considerar que la inflación tiene un significativo costo social en términos de bienestar o crecimiento económico perdidos. Estas razones han contribuido, sin duda, a animar la política monetaria y cambiaria colombianas de los últimos cuatro años. En este documento no se pretende ofrecer un nuevo aporte a la serie de esas razones ni realizar un balance de los posibles costos de inflación. El objetivo es más modesto; consiste en evaluar, de nuevo, el costo social de la menos dañina de todas las inflaciones: aquella perfectamente prevista por una sociedad de agentes racionales (y potentes para protegerse de ella) cuyo horizonte es suficientemente algo (en teoría infinito). La importancia de esta evaluación es que marca, por así decirlo, un piso a la medida del costo social de aquella inflación que se observe bajo iguales o peores circunstancias para la sociedad. Para alcanzar ese propósito se utilizó el esquema teórico de Sidrauski (1967) sobre el crecimiento de una economía monetaria, pero bajo el supuesto de previsión perfecta. Este es el paradigma de la macroeconomía moderna. El método utilizado fue el de construir un modelo numérico que se aproximase de la mejor manera posible de la teoría. Cuando el modelo numérico arrojó resultados razonables se procedió a calcular el costo social de la inflación (perfectamente prevista)y, de paso, se estimaron los beneficios fiscales de la inflación (el señoraje y el impuesto inflacionario) y la elasticidad interés de la demanda de dinero. A continuación se presenta el modelo y sus resultados. La sección final resume el trabajo y expone una conjetura que puede derivarse de ésteDocumentos de Trabajo. 1995-04-12Borradores de Economía; No. 30Item Open AccessUna revisión de la literatura sobre los costos de la inflación(Banco de la República, 1995-05-16) Partow, Zeinab¿Porqué algunos gobiernos escogen tolerar la inflación? La respuesta Keynisiana tradicional ha sido que existe una relación inversa entre la inflación y el desempleo. Así en cierta forma, la inflación es deseable por que lleva a una reducción en la tasa de desempleo. Pero esta justificación básica por la existencia de la inflación se abandonó por la mayor parte de los economistas después de la experiencia de los años setenta cuando el estancamiento de la economía fue acompañado de tasas altas de inflación. Sin embargo, esta defensa para tolerar tasas de inflación relativamente altas constituye gran parte de las creencias populares. En este ensayo, trataremos de ir más allá de la explicación dada por la curva de Phillips tradicional, con base en un resumen amplio de la literatura más creciente acerca de los costos y las consecuencias de la inflación. El trabajo está dividido en tres secciones principales. La sección siguiente trata de costos de inflación incierta, mientras que el enfoque de la IV sección es sobre los costos de la inflación en una economía con distorsiones. La sección V presenta las principales conclusiones.Documentos de Trabajo. 1995-05-16Borradores de Economía; No. 32Item Open AccessOtro costo de una inflación perfectamente prevista(Banco de la República, 1997-07-12) Posada, Carlos EstebanLa literatura económica de los años 50 y 60 identificó uno de los costos de una inflación perfectamente prevista: el asociado pérdidas de bienestar ya que el uso del dinero es fuente directa o indirecta de satisfacción para el consumidor típico, así que cuanto menor sea su demanda de dinero real, por causa de mayores tasas de inflación y, por ende, de interés nominal, mayor será su sacrificio de bienestar. En los últimos quince años se han realizado nuevos aportes en la búsqueda de otros costos de la inflación prevista. Esta literatura y el hecho de que la tasa de inflación colombiana oscila en la actualidad entre 18% y 22% anual invitan a examinar el costo, en términos de pérdidas de capital y producto,de tener una inflación prevista de la magnitud vigente en Colombia, en adición al costo, en términos de pérdidas de bienestar del consumidor, de una inflación prevista que no tiene implicación alguna sobre el aparato productivo. En este documento se expresa el argumento referido al costo sobre la actividad productiva de una inflación perfectamente prevista. El argumento se refiere al caso de una pequeña economía abierta. Además se hace el cálculo del costo para Colombia. Si suponemos que cuando se procede a ampliar el capital productivo se incurre en costos de transacción, es decir, en costos adicionales al valor de la inversión, tanto mayores cuanto mayor sea la magnitud de la inversión, pero que tales costos pueden atenuarse, ceteris paribus, cuanto mayor sea el grado de liquidez de las empresas inversionistas debería esperarse lo siguiente de empresarios optimizadores: cuanto mayor sea la inflación mayor será el costo de oportunidad de un cierto grado de liquidez, menor éste, mayor, por tanto, el costo de la inversión prevista y, entonces, menor la magnitud de la inversión. La adaptación al caso de una pequeña economía abierta implica, como mínimo, poner en entredicho una de las conclusiones de De Gregorio (1993) según la cual la tasa de interés real y, por ende, la tasa de crecimiento del consumo y del producto per cápita son variables que pueden modificarse de manera permanente en el proceso que conduce de una mayor inflación a una menor inversión. En efecto, lo más razonable a nuestro juicio es suponer que la tasa de interés real (de estado estacionario) de una pequeña economía abierta es determinada por la tasa externa. Si las cosas son así, no parece posible derivar la conclusión de una caída permanente de las tasas de interés real y, por ende, de los ritmos de crecimiento del consumo y del producto per cápita por causa de la mayor inflación aún si se utiliza el caso del modelo de crecimiento endógeno. Lo que parece correcto derivar es lo siguiente: menores relaciones capital/trabajo y, por tanto, menores niveles de producto por trabajador (y producto y consumo per cápita) y salario real, en el caso del modelo de crecimiento "exógeno", ó un comportamiento inestable del precio sombra del capital (la "q de Tobin") y, probablemente, de la inversión en el referido caso del crecimiento "endógeno".Documentos de Trabajo. 1997-07-12Borradores de Economía; No. 77Item Open AccessSobre el costo en bienestar de la inflación en Colombia(Banco de la República, 1997-12-08) Riascos, Alvaro J.Si bien a lo largo del desarrollo de la teoría económica no ha existido un consenso general sobre los efectos de la inflación sobre la economía, a partir de la década de los setenta, los economistas han coincidido en que más que beneficios, la inflación en el largo plazo tiene costos para la economía y en general para la sociedad (contrato a la visión que hasta esta década sostenía la teoría keynesiana). En la actualidad existe una política común a muchos países (desarrollados o en desarrollo) para reducir la inflación. Como Colombia no ha sido una excepción en la implementación de estas políticas anti-inflacionarias, surge la pregunta de que tan beneficioso resulta para la sociedad colombiana (por lo menos desde el punto de vista económico) reducir la inflación de sus niveles actuales (alrededor del 20% anual 9 a niveles de un dígito, más aceptables desde el punto de vista de los economistas. De ahí la importancia de evaluar los costos que para la sociedad colombiana significa soportar una inflación con los niveles actuales. Desafortunadamente, en este trabajo no se apunta a los costos de corto plazo que se presentan durante el proceso de transición de una economía con inflación moderada a una inflación baja(2) y mucho menos, es la forma para lograrlo. La pregunta que tratamos de responder aquí es simplemente: ¿Cuánto pierden los colombianos anualmente (y en largo plazo) en términos de bienestar por tolerar una inflación como la actual? Este trabajo se divide en cinco secciones y un apéndice: En la segunda, exponemos algunos costos que la literatura económica ha identificado de la inflación. En la tercera, presentamos dos modelos que racionalizan estos costos, principalmente los relacionados con la pérdida del poder adquisitivo del dinero y los costos de transacción. En la cuarta, hacemos algunos comentarios sobre otros estudios hechos para Colombia que apuntan hacia el mismo problema considerado aquí. La última sección concluye y el apéndice intenta "justificar" los cálculos presentados. (2) Como por ejemplo el aumento "transitorio" del desempleo.Documentos de Trabajo. 1997-12-08Borradores de Economía; No. 82