5. Cambio climático
Permanent URI for this community
El Plan Estratégico 2022-2025 definió el cambio climático como un tema estratégico para la entidad. Entre los compromisos propuestos en este plan se encuentra la gestión de los recursos naturales utilizados en los procesos del Banco, para avanzar en la meta de carbono neutro, y contribuir a la discusión sobre los riegos del cambio climático en la economía, mediante una agenda de investigación y actividades educativas desde la agenda cultural. En esta página podrá consultar los documentos académicos que resultan de las investigaciones realizadas para el cumplimiento de estos objetivos.
News
¡Somos carbono neutro!
El Banco de la República recibió por parte de Bureau Veritas Certification – BVQI, las certificaciones de carbono neutralidad bajo normas 14064-1:2018 y PAS 2060:2014 y de recertificación del Sistema de Gestión Ambiental de la entidad bajo norma ISO 14001
Browse
Browsing 5. Cambio climático by Date Created
Results Per Page
Sort Options
Item Open AccessEntendiendo, Modelando y Pronosticando el Efecto de “El Niño” Sobre los Precios de los Alimentos: El Caso Colombiano(Banco de la República de Colombia) Bejarano-Salcedo, Valeria; Cárdenas-Cárdenas, Julián-Alonso; Julio-Román, Juan Manuel; Caicedo-García, EdgarProponemos nuevos modelos para el efecto de “El Niño Southern Oscillation”, ENSO, sobre los precios de los alimentos en Colombia. Estudiamos el efecto del “Oceanic Niño Index”, ONI, la medida de ENSO preferida, y de las precipitaciones locales sobre los precios de los alimentos perecederos. Estos modelos surgen de hechos estilizados conocidos, los cuales resumimos en este escrito, y admiten representaciones tiempo-variantes espacio-estado, de las que derivamos las reglas óptimas de pronóstico. Encontramos que una función de transferencia simple, condicional a la intensidad de ENSO, es suficiente para explicar estas relaciones. En adición al bien conocido hecho que la Niña tiene un efecto distinto al del Niño sobre los precios de los alimentos, también hallamos que el efecto de ENSO cambia con su intensidad. Reconocer que el ONI es un indicador imperfecto de las condiciones climáticas locales mejora el ajuste de nuestro modelo, lo cual se refleja en sus pronósticos. El modelo para la precipitación, sin embargo, no necesita de este recurso. También surgen ganancias en eficiencia debido al modelamiento de la heterocedasticidad. Finalmente, estos modelos pueden servir para entender el efecto de ENSO en otras variables como el PIB.Documentos de Trabajo. 2020-02-06Borradores de Economía; No. 1102Item Open AccessHechos estilizados de la relación entre Él niño, La Niña y la inflación en Colombia(Banco de la República de Colombia) Bejarano-Salcedo, Valeria; Caicedo-García, Edgar; Lizarazo-Bonilla, Nilson Felipe; Julio-Román, Juan Manuel; Cárdenas-Cárdenas, Julián-AlonsoEn este documento se presenta una caracterización de los fenómenos meteorológicos de El Niño y La Niña, y una descripción de sus principales efectos sobre la inflación en Colombia. Estos episodios climáticos se vienen presentando desde hace siglos en el territorio nacional, generando cambios en el nivel de temperaturas y precipitaciones en la mayor parte del territorio colombiano, sin que hayan tenido históricamente un patrón regular de ocurrencia y de intensidad. Durante la ocurrencia de El Niño se destaca el efecto negativo sobre el sector agropecuario, que impacta fuertemente los precios de la canasta de alimentos y en menor medida la inflación anual al consumidor. A pesar de la no sistematicidad en la ocurrencia de estos eventos climáticos, la inflación de alimentos, la inflación al consumidor y el precio relativo de los alimentos muestran comportamientos alcistas durante la ocurrencia de El Niño. Durante La Niña se presenta una disminución de los precios al consumidor. El precio relativo de los alimentos muestra disminuciones al concluir cualquiera de los dos fenómenos.Documentos de Trabajo. 2020-02-21Borradores de Economía; No.1105Item Open AccessInforme de la Junta Directiva al Congreso de la República - Marzo de 2020(Banco de la República de Colombia, 2020-04-14) Junta Directiva; Carrasquilla-Barrera, Alberto; Directores; Galindo-Andrade, Arturo José; Hernández-Correa, Gerardo; Maiguashca-Olano, Ana Fernanda; Soto, Carolina; Steiner-Sampedro, Roberto; Gerente General (Governor); Echavarría, Juan JoséLa Junta Directiva del Banco de la República, de conformidad con lo previsto en el artículo 5°de la Ley 31 de 1992, presenta a consideración del Honorable Congreso de la República un informe donde se señalan los resultados macroeconómicos de 2019 y las medidas que ha tomado recientemente el Banco de la República para proveer la liquidez necesaria a la economía. Adicionalmente, se describe la composición de las reservas internacionales y su rendimiento, la situación financiera de la Entidad y sus proyecciones, y la gestión ambiental del Banco.Reportes, Boletines e Informes. 2020-03-27Informe de la Junta Directiva al Congreso de la República - Marzo de 2020Item Open AccessClimate change: policies to manage its macroeconomic and financial effects(Banco de la República de Colombia) Bernal-Ramírez, Joaquín; Ocampo-Gaviria, José AntonioCada vez más se reconoce que el cambio climático genera importantes riesgos macroeconómicos y financieros. Existen riesgos físicos asociados a los desastres generados por eventos hidrometeorológicos y a cambios graduales pero persistentes en las temperaturas que tienen un impacto estructural en la actividad económica, la productividad y los ingresos. Además, el proceso de ajuste hacia una economía con bajas emisiones de carbono, impulsado por cambios en las políticas relacionadas con el clima, interrupciones tecnológicas y cambios en las preferencias de los consumidores, genera riesgos de transición. Después de un breve análisis de las políticas macroeconómicas, fiscales y fiscales para gestionar estos riesgos, este documento se concentra en: (i) cómo las políticas financieras pueden ayudar a mejorar la transparencia y la divulgación de riesgos relacionados con el clima en los balances de las instituciones financieras y los precios de los activos, particularmente con regulación y supervisión prudencial apropiada; y (ii) cómo se podrían tener en cuenta esos riesgos en la política monetaria y en los balances y operaciones de los bancos centrales. El artículo termina con algunas reflexiones sobre la pandemia de Covid-19 y la voluntad de una recuperación "verde".Documentos de Trabajo. 2020-08-21Borradores de Economía; No. 1127Item Open AccessBlame it on the Rain: The Effects of Weather Shocks on Formal Rural Employment in Colombia(Banco de la República de Colombia) Bohórquez-Peñuela, Camilo; Otero-Cortés, Andrea Sofía; Centro de Estudios Económicos Regionales (CEER)Los episodios de excesiva o poca precipitación no sólo se han vuelto más frecuentes sino que cada vez son más severos. Estos eventos pueden afectar la producción agrícola y las dinámicas de los mercados laborales locales. Combinando registros de seguridad social, que nos permiten identificar empleo formal, con datos administrativos de las estaciones meteorológicas, estimamos los efectos de los choques de lluvia a nivel municipal sobre el empleo formal rural en Colombia, al igual que el impacto de los fenómenos de El Niño y La Niña. Los estimadores de efectos fijos muestran que los episodios de excesiva precipitación, medidos como aquellos que se ubican por encima del percentil 80 de la distribución histórica para cada municipio, tienen un impacto negativo sobre el empleo formal rural tanto para el sector agrícola como para el no agrícola, ubicándose entre -2.2 y -3 por ciento, respectivamente. De igual forma, encontramos que los fenómenos de El Niño y La Niña tienen un impacto negativo sobre el empleo formal rural. Adicionalmente, exploramos si el efecto de los choques de lluvia depende del acceso a sistemas de riego, encontrando que los municipios con alta incidencia de estos mecanismos de irrigaci ón son menos propensos a verse afectados por episodios de poca precipitación.Documentos de trabajo. 2020-09-09Documento de Trabajo sobre Economía Regional y Urbana; No. 292Item Open AccessThe impact of preemptive investment on natural disasters(Banco de la República de Colombia) Ayala-García, Jhorland; Dall’erba, Sandy; Centro de Estudios Económicos Regionales (CEER)Se espera que los eventos de lluvias extremas sean más frecuentes e intensos en el futuro. Debido a que su mitigación es un desafío y su costo para la vida humana es alto, este documento estudia el impacto de la inversión en prevención contra desastres naturales en la ocurrencia futura de deslizamientos de tierra y las pérdidas asociadas a los mismos. Con base en un panel de 746 municipios colombianos con riesgo medio y alto de deslizamientos de tierra y un enfoque de variable instrumental, encontramos que la inversión pública en prevención puede reducir la frecuencia de los deslizamientos de tierra, la cantidad de personas que mueren, resultan heridas o desaparecen después de un deslizamiento de tierra, así como el número de personas afectadas. Sin embargo, no encontramos ningún efecto sobre el número de viviendas destruidas. Los resultados revelan que los gobiernos locales enfocan sus medidas preventivas en salvar la vida y la integridad física de sus ciudadanos, pero prestan menos atención a las pérdidas de activos como consecuencia de los desastres naturales. Estos resultados son relevantes en presencia de mercados de seguros privados imperfectos y un aumento de asentamientos informales.Documentos de trabajo. 2021-09-06Documentos de Trabajo Sobre Economía Regional y Urbana; No. 301Item Open AccessExtreme weather events and high Colombian food prices: A non-stationary extreme value approach(Banco de la República de Colombia) Melo-Velandia, Luis Fernando; Parra-Amado, Daniel; Orozco-Vanegas, Camilo AndrésDada la importancia del cambio climático y su impacto sobre la ocurrencia de eventos climáticos extremos, se analizan los principales determinantes que explican altos precios de alimentos en Colombia entre 1985 y 2020 haciendo énfasis sobre los choques extremos climáticos como por ejemplo un fenómeno de El Niño fuerte. Se estima un modelo no estacionario de valores extremos para los precios de alimentos en Colombia y se encuentra evidencia que sugiere que aquellos bienes perecederos son los más expuestos a las condiciones climáticas en comparación con bienes de alimentos procesados. El riesgo asociado a altos precios de alimentos perecederos es significativamente más elevado para bajos niveles de precipitación (temporadas secas) comparados con altos niveles de precipitación (temporada de lluvias). Este riesgo del clima explica en buena parte los altos precios de perecederos el cual no es lineal. Adicionalmente, el riesgo asociado al factor climático es significativamente más alto a aquellos otros determinantes de altos precios como lo son la tasa de cambio peso-dólar y la dinámica de los precios de combustibles. Estas variables también explican altos precios de los alimentos tanto procesados como perecederos. Finalmente, se encuentra evidencia que sugiere que eventos como El Niño fuerte observados en 1988 y 2016 fueron los más extremos y las estimaciones sugieren que eventos parecidos tienen una re-ocurrencia de una vez cada 50 años.Documentos de Trabajo. 2022-01-04Borradores de Economía; No. 1189Item Open AccessInforme de la Junta Directiva al Congreso de la República - Marzo de 2022(Banco de la República de Colombia) Junta Directiva; Presidente; Restrepo, José Manuel; Directores; Carrasquilla-Barrera, Alberto; Steiner-Sampedro, Roberto; Villamizar-Villegas, Mauricio; Taboada-Arango, Bibiana; Jaramillo-Vallejo, Jaime; Gerente General (Governor); Villar-Gómez, LeonardoIntroducción Entre 2020 y 2021 el escenario macroeconómico en Colombia cambió de manera sustancial. Mientras que algunas de las consecuencias de la pandemia del Covid-19 quedaron atrás, persisten problemas y desequilibrios que en la actualidad constituyen difíciles retos para la política económica. Lo primero que cabe destacar es el ritmo de recuperación de la actividad económica. Después de una contracción del PIB del 7,0 % en 2020, la economía colombiana se expandió 10,6 % en 2021, superando los pronósticos del equipo técnico y las expectativas de los analistas del mercado, y se ubicó entre las más dinámicas de la región. Este rebote de la actividad económica fue liderado por el fortalecimiento de la demanda interna, impulsada por el consumo total y, en menor medida, por la expansión de la formación bruta de capital. La demanda externa neta redujo este impulso, debido a un aumento más rápido de las importaciones que de las exportaciones. Gracias a este buen desempeño, al finalizar 2021 se alcanzó un nivel del PIB superior al de prepandemia. Esto se reflejó en una mejora del mercado laboral que, sin embargo, ha sido más lenta que la de la actividad productiva. Hasta diciembre se había recuperado cerca del 80 % de los empleos perdidos entre febrero y abril de 2020. Los indicadores disponibles para inicios de 2022 muestran que la economía mantendría el impulso que traía al cierre del año anterior. El indicador del crecimiento económico (ISE) para enero exhibió un crecimiento anual del 7,8 %, ritmo todavía sobresaliente, aunque algo menor al observado en diciembre. De forma similar, la encuesta mensual de industria y comercio mostró que la industria manufacturera presentó en enero una variación anual del 15,1 %, y las ventas reales del comercio minorista total alcanzaron un crecimiento anual del 20,9 %. El pronóstico del equipo técnico para 2022 apunta hacia un crecimiento del 4,3 %, el cual podría ser revisado al alza de acuerdo con la información más reciente. A la par con la recuperación económica surgieron desequilibrios que ameritan la atención de la Junta Directiva del Banco de la República (JDBR). Uno de ellos es la ampliación del déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos, que pasó del 3,4 % del PIB en 2020 al 5,7 % en 2021. Este mayor desbalance se originó, en gran medida, en la expansión de la demanda interna que no logró ser atendida en su totalidad por la oferta local. Adicionalmente, las mayores utilidades que las empresas con capital extranjero remiten al exterior ampliaron el déficit de la renta neta de los factores. En ausencia de medidas correctivas, se proyecta que el déficit de la cuenta corriente para 2022 se ubique alrededor del 4,9 % del PIB. No obstante, este pronóstico está sujeto a un elevado grado de incertidumbre, dados los acontecimientos recientes de la guerra en Ucrania, lo que ha tenido un impacto importante en los precios internacionales de los bienes básicos, incluyendo el petróleo. El financiamiento de este desbalance posiblemente sea un proceso más difícil de lo que fue en años recientes, dado el contexto del endurecimiento de las condiciones financieras internacionales. El reto más exigente que actualmente enfrenta la JDBR es el control de la inflación, que luego de reducirse al 1,61 % en 2020 como resultado del debilitamiento de la demanda, a partir de mayo de 2021 adquirió una tendencia creciente que la llevó al 5,62 % al cerrar el año. Esta tendencia continuó durante los dos primeros meses del presente año hasta alcanzar 8,01 % en febrero. A diferencia de episodios inflacionarios del pasado, que en su mayor parte obedecieron a fenómenos climáticos, en esta ocasión la principal causa del incremento de la inflación ha sido de origen externo, lo que la ha hecho especialmente impredecible. Esta presión externa tuvo origen en el fuerte repunte del crecimiento de la economía mundial, que sobrepasó la respuesta de numerosos sectores productivos afectados por la pandemia y desbordó las capacidades logísticas de transporte marítimo y almacenamiento, produciendo un alza significativa de los fletes de transporte internacional, lo que, junto con otros factores, afectó las cadenas de suministro mundial. Como resultado, se produjo un incremento generalizado de los precios de insumos agrícolas, industriales y de bienes básicos que ha sido más persistente de lo inicialmente previsto y terminó por transmitirse a los precios al consumidor. El aumento de los precios internacionales se refleja actualmente en una inflación históricamente alta en prácticamente todo el mundo, fenómeno del cual no ha escapado Colombia. El conflicto generado por la invasión rusa a Ucrania ha agravado aún más la crisis de abastecimiento mundial de los productos básicos en los cuales esos dos países tienen una participación importante, por lo cual se prevé un impacto adicional sobre los precios internacionales de alimentos y de insumos para la producción agropecuaria. Como se detalla en este Informe, en el caso colombiano la mayor inflación internacional y el consiguiente incremento de los costos de producción se ha reflejado en un aumento importante de la inflación de alimentos, cuya variación en doce meses superó el 23 % en febrero. También se presentaron factores internos relacionados con los problemas de orden público y el bloqueo de vías en mayo y junio de 2021, que generaron escasez de insumos y perjudicaron los procesos productivos a mediano plazo en algunas ramas de actividad. Otro factor de presión sobre los precios al consumidor ha provenido de la mayor inflación de los bienes y servicios regulados, como resultado de los incrementos de los precios de la energía en el ámbito internacional, que indujeron incrementos de las tarifas de transporte urbano, electricidad, gas y combustible para vehículos, a lo cual se agregó el desmonte gradual de los alivios a las tarifas de los servicios públicos, que el Gobierno concedió durante el período crítico de la pandemia. Estas presiones sobre los precios se dieron en el contexto de un fortalecimiento de la demanda interna, en especial desde mediados de año, al registrar una expansión anual del 13,3 % en 2021, lo cual compensó con creces la contracción del 7,5 % observada en 2020. El rápido dinamismo del consumo interno, originado principalmente por el mayor consumo de los hogares, seguido de cerca por el crecimiento del consumo público, fue el principal motor de recuperación de la demanda. La inversión complementó el impulso a la demanda al lograr un repunte importante, puntualmente en los rubros de vivienda, y maquinaria y equipo. El rezago en la respuesta de la oferta agregada afectada por las secuelas de la pandemia, el paro y los bloqueos de vías a mediados de 2021, en el contexto del rápido aumento en el gasto de la economía, contribuyeron al surgimiento de excesos de demanda, las cuales añadieron presiones considerables sobre los precios de varios componentes de la canasta familiar, y se reflejaron en la ampliación del déficit externo. La respuesta de política monetaria se ha enmarcado dentro del mandato constitucional de velar por mantener el poder adquisitivo de la moneda, en coordinación con la política económica general. Ante el enorme choque económico que significó la pandemia en 2020, la JDBR no dudó en utilizar todos los instrumentos a su alcance para estabilizar la economía y estimular su recuperación, como se describió ampliamente en los dos Informes al Congreso de 2021. En particular, redujo la tasa de interés de política hasta alcanzar 1,75 % en septiembre de 2020, su mínimo nivel histórico tanto nominal como real. Esto se complementó con un suministro abundante de liquidez para preservar el sistema de pagos y alentar el crédito. Adicionalmente, se adoptaron mecanismos de coberturas cambiarias y de acceso a liquidez en dólares para estabilizar el mercado cambiario. La recuperación de la actividad económica durante 2021, en un contexto de estabilidad del sistema financiero y de acceso al crédito (a pesar de la incertidumbre por la continuación de la pandemia), son la mejor prueba de que ese paquete de medidas adoptado oportunamente por la JDBR cumplió sus objetivos. La notable recuperación del producto interno bruto (PIB) en el curso de 2021, que se aproximó a su nivel potencial, una inflación superior a la meta, y la ampliación del déficit de la cuenta corriente a niveles que reflejan importantes excesos de demanda con respecto a la producción nacional, condujeron a iniciar una nueva fase de la postura de política monetaria. En este nuevo escenario se requería un estímulo monetario menor al otorgado durante el período crítico de la pandemia, so pena de poner en riesgo la estabilidad macroeconómica y el cumplimiento de los mandatos asignados al Banco de la República por parte de la Constitución Nacional. Con este razonamiento, la JDBR decidió, por unanimidad, iniciar un proceso de normalización de la política monetaria a partir de septiembre de 2021. Un factor importante fue moderar las expectativas de inflación, puesto que su posible desanclaje de la meta del 3 % profundizaría fenómenos de indexación de precios y salarios a tasas de inflación altas, haciendo mucho más costoso en términos de actividad económica retomar el control de la inflación. Como parte del proceso de normalización, la tasa de interés de política aumentó desde 1,75 % en septiembre del año pasado a 4,0 % en enero. Este incremento inducirá ajustes al alza de las tasas de interés de captación y de colocación del sistema financiero a través de un proceso de transmisión que podrá tardar algunos meses. La velocidad y magnitud de respuesta difiere según los instrumentos de captación y modalidades de crédito. Ello implica que el efecto de la política monetaria sobre la inflación y otras variables macroeconómicas, como el ahorro y el gasto, no se produzca de forma inmediata, lo cual explica que durante el proceso de normalización de la política monetaria se continúen presentando incrementos en la tasa de inflación. Así ocurrió durante los primeros dos meses del año, cuando esta llegó al 8,01 % anual en febrero, luego de haber cerrado el año anterior en el 5,62 %. Las cifras de inflación de febrero mostraron un hecho característico del efecto que las mayores expectativas de inflación pueden tener sobre la variación de precios. Es lo que ocurrió con la inflación básica, definida como aquella que afecta al conjunto de bienes y servicios de la canasta familiar, excluidos los precios de los alimentos y los de los bienes y servicios regulados. Esta medida de inflación, que en diciembre se situaba en 2,49 % (adecuadamente por debajo de la meta), registró en febrero un nivel del 4,11 %, equivalente a un aumento de 162 puntos básicos (pb) en un lapso de solo dos meses. Que esto haya sucedido con una medida de inflación que no contiene alimentos ni regulados, que son los dos rubros que más han presionado la inflación al alza, muestra la manera como la presión inflacionaria comienza a traspasarse a otros componentes de la canasta. Esto ocurre mediante un proceso de indexación de precios inducido por el aumento de las expectativas de inflación, en un contexto donde la inflación pasada y el incremento del salario mínimo fueron elevados, así como por la dinámica de la demanda interna, la cual continúa fuerte, como lo muestran los indicadores de ventas del comercio minorista mencionados atrás. Las demás medidas de inflación básica también aumentaron durante los dos primeros meses del año, de tal forma que el promedio de estos indicadores pasó del 3,45 % en diciembre al 5,22 % en febrero. La JDBR es consciente de que los incrementos de la tasa de política no contendrán las presiones inflacionarias de origen externo. Es claro que las presiones externas sobre los precios que se han venido produciendo en los últimos meses solo se corregirán a medida que se normalicen las cadenas de suministro. Sin embargo, un paso fundamental para lograr la convergencia de la inflación colombiana a la meta es el esfuerzo de la política monetaria por detener el incremento de las expectativas de inflación y los llamados “efectos de segunda vuelta” sobre la inflación de todos aquellos productos cuyos precios se determinan internamente en Colombia, y que se ven afectados indirectamente por las presiones externas en un contexto de fuerte dinamismo de la demanda agregada. Como se mencionó, al panorama complejo que dejó la pandemia del Covid-19 se suma el conflicto entre Rusia y Ucrania, el cual, aparte de ser una tragedia humanitaria, genera graves consecuencias sobre la economía mundial. La incertidumbre y volatilidad de los mercados internacionales, al igual que el choque a la confianza de inversionistas y consumidores, retrasarán la recuperación económica global. Desde el punto de vista de Colombia, causan especial preocupación las presiones que se podrían producir sobre los precios de los alimentos, debido a que el país importa una cantidad significativa de cereales, cuyos precios se verán afectados por la reducción de la oferta que tradicionalmente ha sido satisfecha en una proporción significativa por la región en conflicto, y los cuales se emplean para la alimentación de cerdos y pollos. Igualmente, las importaciones de fertilizantes, especialmente urea, que se hacen desde esos países son insumos indispensables para la producción agrícola. Con ello, el alza en sus precios se convertirá en una presión inflacionaria más en el país. Por otra parte, el bloqueo a Rusia disminuye la oferta de petróleo y aumenta su precio, que ya se encuentra en niveles históricos altos. Si bien esto podría constituir en el corto plazo un efecto favorable para el balance externo y para las finanzas públicas nacionales y territoriales del país, los mayores costos de la energía aumentarán la presión alcista sobre muchas materias primas importadas y sobre los precios locales de los combustibles. Esto último tiene un impacto negativo sobre el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, pues lo obligaría a aumentar sus faltantes en su esfuerzo por moderar las alzas de los precios finales de los combustibles al consumidor. Paradójicamente, Colombia podría ver aliviada hasta cierto punto sus necesidades de financiamiento externo, en la medida en que los fondos de inversión que se vean forzados a dejar de invertir en Rusia reasignen sus portafolios hacia otras economías emergentes, entre ellas la colombiana. En las secciones que siguen se amplían y complementan los puntos mencionados, los cuales se desarrollarán con mayor profundidad en el cuerpo de Informe. Entorno macroeconómico internacional Según la actualización de Perspectivas de la Economía Mundial presentada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en enero pasado, la economía mundial alcanzó en 2021 un crecimiento del 5,9 %, mostrando una notable capacidad de recuperación frente a la contracción ocurrida en 2020. Varios factores contribuyeron a este resultado, tales como el relajamiento de las restricciones a la movilidad, el avance en los programas de vacunación, la mejor adaptación a las condiciones de la pandemia, la continuación de los estímulos fiscales en varias economías y la amplia liquidez internacional. Tanto las economías avanzadas como las emergentes lograron reactivaciones importantes, superando en muchos casos sus niveles de producto anteriores a la pandemia. Dentro de las primeras sobresalen la fuerte recuperación de los Estados Unidos (5,6 %), la zona del euro (5,2 %) y el Reino Unido (7,2 %). En las economías emergentes la recuperación estuvo liderada por China (8,1 %) e India (9,0 %). América Latina y el Caribe logró un crecimiento del 6,8 % en 2021, donde se destacan el dinamismo de Chile (11,9 %) y Colombia (10,6 %). Por su parte, grandes economías como Brasil (5,0 %), y en especial México (5,0 %), presentaron un menor ritmo de recuperación. La recuperación de la economía global se ha venido dando en el contexto de disrupciones en las cadenas globales de suministro, faltantes de oferta y altos costos en el transporte de mercancías, debido a las restricciones a la movilidad y otras medidas sanitarias para contener el avance del virus. A esto se sumó el incremento en la demanda de servicios de transporte de bienes en medio de la reactivación de la actividad económica mundial. Todo lo anterior se reflejó en significativas presiones al alza en los precios de los insumos para la producción de alimentos y en los precios de productos básicos como el acero, el aluminio, el cobre y el níquel, entre otros. También, aumentaron las cotizaciones internacionales de petróleo, carbón y gas natural. Todo lo anterior generó importantes presiones inflacionarias en economías avanzadas y emergentes, las cuales han venido adquiriendo un carácter persistente. Se destacan los casos de los Estados Unidos, el Reino Unido, la zona del euro y Canadá, cuyas tasas de inflación en 2021 desbordaron ampliamente el 2,0 % (meta de sus respectivos bancos centrales). En el caso de las principales economías emergentes, las mayores inflaciones se dieron en Argentina, Turquía, Brasil y México. Otros países grandes de la región, como Chile, Perú y Colombia, también registraron inflaciones altas, por encima de sus metas. Ante los resultados de la inflación en 2021 y la persistencia de las presiones inflacionarias, los bancos centrales de las principales economías desarrolladas iniciaron la normalización de sus políticas monetarias, comenzando por moderar la compra de activos para reducir el ritmo de expansión de sus hojas de balance. La Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) inició los incrementos de su tasa de interés de política a partir de marzo, adelantándose a lo que había anunciado en meses anteriores, y se espera que prosiga con aumentos adicionales a lo largo de 2022. El Banco de Inglaterra subió su tasa de interés de política en diciembre de 2021 y en febrero de 2022, y en esta última reunión dio inicio al proceso de reducción de la hoja de balance. Por su parte, el Banco central de Nueva Zelanda incrementó su tasa a partir de agosto y el Banco Central de Canadá lo hizo en su reunión de marzo. Para Inglaterra y Canadá las expectativas del mercado señalan incrementos adicionales en lo que resta del año. El Banco Central Europeo (BCE) ha mantenido su tasa de interés de política sin cambios, pero aceleró el proceso de reducción de compras de activos. Con respecto a las economías emergentes, entre enero de 2021 y febrero de 2022 Chile aumentó su tasa de interés en 500 pb, Perú en 325 pb, Brasil en 875 pb y México en 175 pb, a pesar de los rezagos observados en el ritmo de recuperación de la actividad económica en ese país. Si bien las condiciones económicas de cada país son diferentes, se espera que para lo que resta de 2022 la mayoría de los países emergentes continúen con incrementos en sus tasas de interés de política monetaria. En el documento citado, el FMI pronostica para 2022 un crecimiento de la economía mundial del 4,4 %, que comprende una expansión del 3,9 % para las economías avanzadas y del 4,8 % para las emergentes y en desarrollo, donde se destaca una desaceleración importante del crecimiento de China desde el 8,1 % en 2021 hasta el 4,8 % en 2022. Para América Latina y el Caribe se pronostica un crecimiento del 2,4 % para 2022, considerablemente inferior al 6,8 % registrado en 2021. Sobresale en la región la proyección de crecimiento para Colombia, del 4,5 % en 2022, seguida de lejos por Argentina (3,0 %); México (2,8 %); Perú (2,8 %); Chile (1,9 %) y Brasil (0,3 %). Estas proyecciones no incluyen los posibles efectos económicos de la invasión a Ucrania y de las sanciones a Rusia, por tratarse de eventos aún en desarrollo. Actividad económica En 2021 la economía colombiana alcanzó un crecimiento del 10,6 %, que superó los pronósticos del equipo técnico y del consenso de los analistas del mercado, y la ubicó dentro de los países más dinámicos de la región. Diversos factores contribuyeron a la reactivación, tales como el avance en el Plan Nacional de Vacunación, la finalización de los confinamientos y el relajamiento de las restricciones a la movilidad. La postura expansiva de la política monetaria fue otro factor importante para la recuperación económica, al favorecer una mayor disponibilidad de crédito a menores tasas de interés, lo que ayudó al fortalecimiento de la demanda interna liderada por el consumo de los hogares. El buen desempeño de la economía mundial y de los socios comerciales del país, al igual que las condiciones financieras externas relativamente holgadas, complementaron las condiciones propicias para la reactivación. No obstante, la difícil situación de orden público y los bloqueos de vías afectaron la actividad productiva en el segundo trimestre del año, con efectos que en algunos sectores, como el avícola, han sido persistentes por el daño causado en los procesos de reproducción de los pollos. A pesar de estas dificultades, el balance neto fue el de una economía en expansión, cuyo PIB de 2021 superó en 2,8 % al de 2019, como si el país hubiera continuado creciendo a los ritmos que se observaban antes de la pandemia. Desde el punto de vista de la oferta, las ramas de producción que más contribuyeron al crecimiento en 2021 fueron el comercio, transporte y alojamiento; la industria manufacturera; la administración pública y defensa, educación y salud; las actividades artísticas, de entretenimiento y recreación; y las actividades profesionales, científicas y técnicas. En contraste, el sector agropecuario, la minería y la construcción, que son actividades que tradicionalmente hacen un aporte importante al crecimiento, continuaron rezagadas en su desempeño frente a los sectores más dinámicos. Desde la óptica del gasto, la actividad económica se vio impulsada por el fortalecimiento de la demanda interna, la cual se expandió un 13,3 %, debido principalmente al consumo de los hogares, que aumentó un 14,6 % en 2021 frente a la caída del 5,0 % observada en 2020, al utilizar los excesos de ahorro acumulados durante el período más crítico de la pandemia y como respuesta a la flexibilización de las restricciones a la movilidad. A este dinamismo también contribuyó el aumento de las remesas de trabajadores y la abundante disponibilidad de crédito a tasas de interés reales históricamente bajas. El buen desempeño del consumo privado se complementó con un elevado dinamismo del consumo público. La formación bruta de capital también alcanzó una recuperación importante, al crecer un 9,9 % en 2021, aunque sin alcanzar los niveles previos a la pandemia, dada la fuerte contracción que sufrió este componente del gasto en 2020 y el menor crecimiento observado en las actividades de construcción pública y privada en el período más reciente, lo cual ha contrarrestado el fuerte dinamismo de la inversión en maquinaria y equipo. Finalmente, el crecimiento de las importaciones en 2021 superó ampliamente el de las exportaciones (27,5 % vs. 14,2 %), lo que, al ampliar el déficit comercial del país, se reflejó en un crecimiento del PIB algo menor que el incremento observado de la demanda interna. Para 2022 el equipo técnico proyectó en enero un crecimiento económico del 4,3 %, cifra que podría revisarse al alza con la información más reciente que se conoce al momento de elaborarse este informe. El crecimiento de 2022 será, en cualquier caso, inferior al registrado el año anterior, a medida que la economía converja a su ritmo de crecimiento de largo plazo. Se espera una moderación de la dinámica del consumo de los hogares, limitada por el aumento de la inflación y la disminución de los ahorros realizados durante el período de pandemia. Asimismo, se prevé una moderación en el crecimiento del consumo público, acorde con lo estipulado en el Plan Financiero presentado por el Gobierno. La formación bruta de capital fijo sería el componente de la demanda interna más dinámico, jalonada por una recuperación importante del sector de la construcción, especialmente de vivienda y obras civiles. En el frente externo se anticipa un mejor desempeño de las exportaciones, estimuladas por los favorables términos de intercambio y la recuperación económica de los socios comerciales. Al igual que con otras variables macroeconómicas, en este caso existe una gran incertidumbre sobre los posibles efectos del conflicto en Ucrania. Empleo En el curso de 2021 se mantuvo la tendencia de recuperación del mercado laboral iniciada en el segundo semestre de 2020, aunque con una dinámica inferior a la observada en la actividad económica, especialmente en los últimos meses del año. El promedio de doce meses de la tasa de desempleo para el total nacional en 2021 se ubicó en el 13,7 %, inferior en 2,2 puntos porcentuales (pp) al promedio de 2020 (15,9 %). Igualmente, la tasa de desempleo para el total nacional se redujo del 13,4 % al 11,0 % entre diciembre de 2020 y el mismo mes de 2021 en la serie original. No obstante, este último registro siguió siendo mayor a la correspondiente tasa de desempleo del 9,5 % observada en diciembre de 2019. De esta manera, a pesar de los avances logrados en el mercado laboral durante 2021, no se logró retornar a los niveles de desempleo que existían antes de la pandemia. Los cálculos que se presentan en este Informe muestran que para el total nacional a diciembre pasado se había recuperado cerca del 80 % (4,6 millones) de los empleos perdidos entre febrero y abril de 2020, pero que aún faltaban por recuperar cerca de 1,2 millones de empleos. En el trimestre móvil terminado en diciembre se observó una recuperación del empleo no asalariado para el total nacional a niveles cercanos a los del inicio de la pandemia, mientras que la recuperación del empleo asalariado fue menos dinámica, con niveles de empleo inferiores a los observados en el período prepandemia. En las zonas urbanas la ocupación formal e informal se mantuvo relativamente estable en los últimos meses del año, a excepción de diciembre de 2021, cuando el empleo informal lideró la creación del empleo urbano. Las cifras a fin de año indican que en las trece ciudades se había alcanzado una recuperación del 83 % del empleo informal perdido al inicio de la pandemia, mientras que para el caso del empleo formal en las ciudades esa recuperación alcanzó el 70 %. Otro aspecto importante del mercado laboral es el comportamiento de la participación laboral, la cual se mantuvo estable en 2021 para el agregado nacional en un nivel cercano al 60 %, y en las zonas urbanas permaneció alrededor del 63 %, niveles ambos inferiores a los prepandemia (63 % y 66 %, respectivamente). La participación laboral no aumentó como reacción a las pérdidas masivas de empleo en jefes de hogar, un fenómeno que se conoce como el efecto del trabajador adicional. Esto se explica por el fuerte impacto de la pandemia sobre la inactividad de las mujeres que se vieron obligadas a dedicar más tiempo a oficios del hogar y al cuidado de sus hijos menores por el cierre de las instituciones educativas. Finalmente, según cifras desestacionalizadas, en el cuarto trimestre de 2021 la tasa de desempleo para el total nacional se ubicó en el 12,5 %, aunque con una diferencia importante según género. El desempleo de las mujeres en el total nacional durante dicho período se ubicó en el 16,4 %, y el de los hombres en un 9,7 %, lo que significa una brecha de género de 6,7 pp. No obstante, la tasa de desempleo de las mujeres viene mostrando una tendencia a la baja, mientras que la de los hombres continúa relativamente estable, lo cual contribuye a revertir parcialmente la notoria ampliación de la brecha de género que se observó durante la pandemia. El choque al mercado laboral generado por la pandemia implicó un aumento en 2021 del desempleo estructural urbano frente a sus niveles prepandemia1. Teniendo esto en cuenta, así como el pronóstico de actividad económica y la mejora en la demanda laboral reflejada en algunos indicadores de vacantes, se prevé que la tasa de desempleo nacional continúe descendiendo durante 2022 y que su nivel promedio se ubique algo por debajo del registrado durante el año anterior. Del mismo modo, se estima que la tasa de desempleo urbana presente un descenso frente a lo observado en 2021, lo cual implicaría una brecha de desempleo urbana que se prevé más cerrada que lo contemplado en informes pasados. Todo esto sugiere un mercado laboral que en 2022 estaría menos holgado que lo observado al inicio de la pandemia, si bien su previsible dinámica de recuperación podría verse alterada por el incremento en el salario mínimo, el cual superó ampliamente la inflación observada y las ganancias en productividad. Inflación y política monetaria La inflación al consumidor a finales de 2021 fue del 5,62 %, superior en más de cuatro puntos porcentuales a la de 2020, la cual cerró en 1,61 %. En enero y febrero esta se situó en el 6,94 % y el 8,01 % anual, respectivamente. Niveles de inflación de esa magnitud no se observaban desde 2016, aunque, a diferencia 1 El desempleo estructural corresponde a aquella tasa de desempleo consistente con una inflación estable, lo que en inglés se conoce como Nairu.Reportes, Boletines e Informes. 2022-03-31Informe de la Junta Directiva al Congreso de la República - Marzo de 2022Item Open AccessImpacto macroeconómico del cambio climático en Colombia(Banco de la República de Colombia) Bernal-Ramírez, Joaquín; Ojeda-Joya, Jair N.; Agudelo-Rivera, Camila; Clavijo-Ramírez, Felipe; Durana-Ángel, Carolina; Granger-Castaño, Clark; Osorio-Rodríguez, Daniel Esteban; Parra-Amado, Daniel; Pulido-Pescador, José David; Ramos-Forero, Jorge Enrique; Rodriguez-Novoa, Daniela; Sánchez-Jabba, Andrés Mauricio; Toro-Córdoba, Jorge HernánEn este documento se hace una revisión de la literatura relativa a los efectos macroeconómicos esperados de los riesgos físicos y de transición asociados al cambio climático (RACC), identificando las principales fortalezas, debilidades y vacíos en dicha literatura. Esta revisión busca contextualizar su impacto potencial en Colombia en las próximas décadas y reflexionar sobre los desafíos que plantea para el manejo de diversos ámbitos de la política económica. En primer lugar, se examinan los efectos esperados sobre la actividad económica en las próximas décadas. Luego se revisan los posibles efectos de los RACC en el sector externo y se realizan proyecciones del balance en cuenta corriente bajo distintos escenarios climáticos. Enseguida se examina el impacto sobre las finanzas públicas y se presentan los resultados de ejercicios para evaluar diversas alternativas de política sobre la evolución del déficit y la deuda del gobierno nacional. A continuación, se presentan los desafíos que enfrentan las instituciones financieras y las autoridades y se presentan los resultados de un ejercicio de sensibilidad sobre las entidades crediticias en Colombia. Finalmente, se revisa la forma en que se afectarán los objetivos primarios de los bancos centrales, la formulación de sus políticas y sus mecanismos de transmisión.Artículos de revista. 2022-07-11Revista Ensayos Sobre Política Económica; No. 102, julio 2022. Pág.:1-62Item Open AccessThe Expected Effects of Climate Change on Colombia’s Current Account(Banco de la República de Colombia) Agudelo-Rivera, Camila; Sánchez-Jabba, Andrés Mauricio; Granger-Castaño, ClarkEste estudio muestra los efectos esperados del cambio climático sobre la cuenta corriente en Colombia. Para ello presentamos una revisión de literatura que expone cómo los riesgos asociados con este fenómeno podrían impactar la balanza de pagos, complementando con un análisis que ilustra cómo el choque petrolero de 2014-2015 afectó el sector externo del país. Posteriormente, realizamos una proyección del balance corriente hasta 2050 bajo distintos escenarios climáticos con el objetivo de establecer si la incidencia de estos riesgos afectaría el balance corriente en el largo plazo. Nuestros resultados indican que la consecución de cero emisiones netas podría ampliar el déficit corriente hacia 2050, relativo a una continuidad de las políticas climáticas actuales, en una cantidad que oscilaría entre 2,6% y 4,6% del PIB.Documentos de Trabajo. 2022-10-31Borradores de Economía; No.1214Item Open AccessWeather Shocks and Inflation Expectations in Semi-Structural Models.(Banco de la República de Colombia) Romero-Chamorro, José Vicente; Naranjo-Saldarriaga, SaraColombia es un país que esta particularmente afectado por las fluctuaciones climáticas de El Niño/Oscilación del Sur (ENSO). En este contexto, este estudio explora cómo los eventos meteorológicos adversos vinculados a ENSO afectan la expectativas de inflación en Colombia y cómo incorporar estos efectos de segunda ronda en un modelo neokeynesiano de una pequeña economía abierta. Usando modelos BVARx proporcionamos evidencia de que la inflación y las expectativas obtenidas de encuestas y otras medidas de inflación implícitas se ven afectadas por los choques de oferta climáticos. Posteriormente, y haciendo uso de este hecho estilizado, modificamos uno de los modelos centrales de pronóstico del Banco de la República al incorporar los mecanismos bajo los cuales, los choques climáticos afectan los costos marginales y las expectativas de inflación. Encontramos que los choques ENSO tuvieron un papel importante tanto en la inflación como en la dinámica de las expectativas de inflación, y que las autoridades deberían considerar este hechoDocumentos de Trabajo. 2022-11-10Borradores de Economía; No.1218Item Open AccessDesastres naturales en Colombia: un análisis regional(Banco de la República de Colombia) Ayala-García, Jhorland; Ospino-Ramos, KeisyEl cambio climático está ocasionando cada vez más eventos extremos con consecuencias negativas para la población. Este documento presenta un análisis descriptivo de los desastres naturales en Colombia, haciendo énfasis en las diferencias regionales tanto en la frecuencia de ocurrencia de desastres como en los costos directos de los mismos. Con datos de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, se evidencia una tendencia creciente en la frecuencia y las afectaciones de los desastres naturales en el país, con una mayor influencia en departamentos de la región Andina, donde Antioquia se caracteriza por ser el ente territorial con el mayor número de pérdidas humanas, heridos y desaparecidos desde 1998. Se evidencia una baja participación del gasto en prevención de desastres sobre el gasto público en inversión de municipios y departamentos, y no se observa una mayor inversión en gestión del riesgo de desastres en los departamentos más afectados, lo cual puede contribuir a que a futuro se presenten mayores afectaciones por desastres naturales en el país. Sumado a lo anterior.Documentos de trabajo. 2023-07-07Documento sobre economía regional y urbana; No. 317Item Open AccessConnecting the Dots: Renewable Energy, Economic Growth, Reforestation, and Greenhouse Gas Emissions in Colombia(Banco de la República de Colombia) Melo-Velandia, Luis Fernando; Parra-Amado, Daniel; Alonso Sanabria, Juan David; Grupo EconometriaEste estudio tiene como objetivo establecer los vínculos y las relaciones de largo plazo entre las emisiones de CO2 y la composición de las fuentes de energía, el crecimiento económico y la reforestación para Colombia durante el período 1970-2018. Primero, usamos diferentes tipos de consumo de energía, incluyendo aquellas fuentes no renovables, renovables e hidroeléctricas. Nuestros hallazgos sugieren, como se esperaba, que hay un efecto significativo de las fuentes no renovables asociado al incremento de las emisiones, mientras que aquellas fuentes renovables ayudan a mitigar dichas emisiones. Segundo, encontramos que la reforestación juega un papel crucial en la mitigación de las emisiones de CO2. Tercero, el sector agrícola contribuye significativamente al aumento de las emisiones (cultivos y ganadería), lo cual es una característica que se observa frecuentemente en las economías emergentes. Adicionalmente, en el equilibrio a largo plazo, encontramos que el PIB real muestra el patrón característico en forma de U invertida comúnmente relacionado con la hipótesis de la curva ambiental de Kuznets (EKC).Documentos de Trabajo. 2023-10-11Borradores de Economía; No.1252Item Open AccessUnveiling the critical role of forest areas amidst climate change: The Latin American case(Banco de la República de Colombia) Alonso Sanabria, Juan David; Melo-Velandia, Luis Fernando; Parra-Amado, DanielAunque las emisiones de gases de efecto invernadero de la región de América Latina (LAC) no son particularmente significativas, el cambio climático es un desafío mundial. En este documento analizamos los principales factores que aumentan y mitigan las emisiones en los países de LAC enfatizando la importancia de preservar y salvaguardar las áreas forestales. Para hacer eso, estimamos un modelo panel de mínimos cuadrados ordinarios completamente modificados para Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México y Perú utilizando un período de muestra entre 1970 y 2018. Encontramos que un aumento de 1% en el área forestal conduce a una reducción de las emisiones de CO2 (Kt per cápita) en un 0,23%. Desde la perspectiva de las políticas públicas, nuestros hallazgos llaman la atención hacia la promoción de iniciativas de reforestación y forestación. Además, estas políticas a largo plazo tendrían una importancia sustancial, dado el inmenso potencial de la región, con más de una quinta parte de las reservas forestales del mundo.Documentos de Trabajo. 2023-10-23Borradores de Economía; No. 1254Item Open AccessHow do environmental shocks affect competitors in a supply chain? Evidence from a competitors’ weighting matrix(Banco de la República de Colombia) Ayala-García, Jhorland; Ceballos-Sierra, Federico; Centro de Estudios Económicos Regionales (CEER)Cuantificar el impacto de los choques de oferta en las cadenas mundiales de comercio de productos básicos es una preocupación cada vez mayor para los investigadores ante las amenazas actuales del cambio climático y las lecciones de la pandemia del COVID-19. Este artículo propone una metodología novedosa para estimar estos efectos en toda la red comercial: creamos una matriz espacial de competidores basada en un índice que captura el grado en que dos países productores de café compiten dentro de los mercados de consumo. Utilizando esta matriz, estimamos el grado en que un choque climático adverso en un país productor de café influye en la producción y exportación de café de sus competidores. Nuestros resultados muestran que este choque adverso tiene un efecto directo negativo sobre las exportaciones de café del país y, más importante aún, un efecto positivo sobre las cantidades producidas por sus competidores.Documentos de trabajo. 2024-02-14Documentos de Trabajo Sobre Economía Regional y Urbana; No.324Item Open AccessPoder de mercado y eventos climáticos adversos en un mercado de electricidad hidro-dominado(Banco de la República de Colombia) Rios, David; Pérez, Alex; Carabali, Jaime; Meneses, LuisEstudiamos el efecto de los eventos climáticos adversos sobre los precios minoristas de la electricidad. Nos enfocamos en el caso colombiano dado que este mercado se encuentra hidro-dominado y expuesto al fenómeno de El Niño, el cual provoca una reducción notable del componente hidrológico de la generación de electricidad. Diseñamos un modelo estructural para entender la formación de los precios minoristas. Posteriormente, utilizamos el modelo para estudiar cómo responden los precios a eventos climáticos severos. Los resultados muestran que, cuando no hay presencia de El Niño, las firmas minoristas tienden a traspasar de forma más que completa los choques de costos a los precios. Por otro lado, no encontramos evidencia de que el traspaso difiera cuando hay presencia de El Niño. Esto implica que el efecto de El Niño sobre los precios minoristas corre a través de su efecto sobre los costos mayoristas, exclusivamente. Encontramos evidencia de que los precios minoristas incrementan en presencia de El Niño, debido al incremento de los precios spot en el mercado mayorista de electricidad.Documentos de Trabajo. 2024-02-28Borradores de Economía; No.1266Item Open AccessNatural disasters, emergency declaration, and corruption(Banco de la República de Colombia) Ayala-García, Jhorland; Centro de Estudios Económicos Regionales (CEER)Generalmente se entiende por corrupción el aprovechamiento del poder público para beneficio privado. Este artículo evalúa la relación entre las declaraciones de emergencia por desastres naturales y la corrupción. Utilizamos información de Colombia entre 2012 y 2022 y un enfoque de variables instrumentales. Aprovechamos la exogeneidad de la frecuencia de los desastres naturales con respecto a las características no observables por municipio para construir nuestro instrumento. Dado que las declaraciones de emergencia aumentan la discrecionalidad de los funcionarios públicos locales para ejecutar gasto público, se espera un aumento de la corrupción. Nuestros hallazgos muestran una relación positiva entre la frecuencia de los desastres naturales y la probabilidad de una declaración de emergencia, seguida de un aumento en la corrupción observada. La mayor discrecionalidad de los funcionarios públicos no sólo aumenta el número de casos abiertos de corrupción y las condenas, sino también la cantidad de recursos involucrados. También encontramos que la frecuencia de los desastres naturales no está asociada con un mayor gasto preventivos y de alivio, ni genera gastos no presupuestados. Esto sugiere que lo que está detrás de la mayor corrupción tras una declaración de emergencia es una malversación de los recursos presupuestados en las ciudades colombianas.Documentos de trabajo. 2024-04-18Documentos de Trabajo Sobre Economía Regional y Urbana; No.325