La reforestación desempeña un papel fundamental en la mitigación de los efectos de las emisiones de gases de efecto invernadero, un aumento de 1% en el área forestal conduce a una reducción de las emisiones de CO2 (Kt per cápita) en un 0,23% (para en los países estudiados). Esto adicionalmente podría generar externalidades positivas a nivel mundial, dado el inmenso potencial de la región, con más de una quinta parte de las reservas forestales del mundo.