Reporte de Estabilidad Financiera - Primer semestre 2024

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Abstract

Description

El análisis presentado en esta edición del Reporte de Estabilidad Financiera corresponde a un contexto global en el que ha aumentado la confianza en un aterrizaje suave de la economía mundial. En los últimos meses de 2023 y los primeros de 2024 se observó una menor inflación (aunque persistente), una mayor resiliencia de la actividad económica y un relajamiento de las condiciones financieras con respecto a las que se observaban un año atrás. No obstante, la posibilidad de un escalamiento de los conflictos geopolíticos en Medio Oriente y Ucrania plantea riesgos al alza, que impactarían potencialmente la inflación (en particular en Estados Unidos y Europa), el ritmo de disminución de las tasas de interés en los mercados globales y las expectativas de crecimiento económico mundial. Durante 2023 e inicios de 2024 la actividad económica en Colombia se desaceleró, siguiendo un proceso de ajuste, caracterizado por la disminución de la inflación, del déficit en la cuenta corriente y del déficit fiscal. El crecimiento del producto interno bruto (PIB) se redujo, después de un período de fuerte crecimiento en 2021 y 2022 impulsado por la demanda interna. La corrección de los excesos de gasto y la dilución de varios choques de oferta contribuyeron a la caída de la inflación en un contexto de disminución de sus expectativas. Estos procesos fueron apoyados por una postura contractiva de la política monetaria encaminada a alcanzar la meta de inflación del 3 % en 2025 y encauzar el crecimiento del PIB en una senda sostenible de largo plazo. La menor demanda interna fue el principal determinante de la reducción del déficit en la cuenta corriente, el cual se redujo del 7,1 % del PIB en el tercer trimestre de 2022 al 2,3 % en el cuarto trimestre de 2023. Por su parte, durante 2023 el déficit fiscal y el endeudamiento público como porcentaje del producto interno bruto se redujeron en forma consistente con lo establecido por la regla fiscal. El activo de los establecimientos de crédito continuó registrando crecimientos reales negativos, aunque en lo corrido de 2024 se observan menores contracciones. La cartera y las inversiones de los establecimientos de crédito (EC) presentan contracciones reales desde mayo de 2023, en un contexto de menor asunción de riesgos por parte de estas entidades. En particular, tras un ritmo acelerado de expansión en 2022, la cartera de consumo continúa presentando decrecimientos, incluso en términos nominales; no obstante, desde comienzos de 2024 se observa una menor contracción real de todas las carteras y una leve recuperación en los desembolsos, lo que, junto con los resultados más recientes de algunas encuestas realizadas por el Banco de la República, podría estar dando señales de un mayor dinamismo del crédito en el segundo semestre del presente año. Los indicadores de deterioro de la cartera se ubican en niveles altos respecto al promedio de los últimos cinco años. Este comportamiento ha respondido a la fuerte toma de riesgo por parte de algunos EC durante 2022, al proceso de ajuste de la economía y a algunas iniciativas regulatorias que impactaron la información disponible sobre los deudores para la evaluación de riesgo por parte de los EC y sus métodos de cobranza. La coincidencia de un crecimiento bajo o negativo de la cartera total, con elevados aumentos de la cartera vencida, se ha reflejado en altos niveles del indicador de calidad por mora (ICM). Es importante resaltar el deterioro de la cartera de microcrédito, la cual se ubica en niveles máximos históricos. En este contexto de materialización del riesgo de crédito, algunos EC han utilizado el componente contracíclico de las provisiones, el cual está diseñado para hacer frente a escenarios de deterioro de la calidad del crédito. Cabe anotar, además, que los indicadores de deudamiento y carga financiera de los hogares se han ajustado a la baja, y el nivel de ahorro se ha venido recuperando después de la caída en el periodo pospandemia, mientras el endeudamiento de las firmas ha disminuido. La cartera vencida, que corresponde al saldo de créditos que registran un incumplimiento con un plazo mayor a treinta días, sigue expandiéndose, pero ha reducido su ritmo de crecimiento desde finales de 2023. Durante el último trimestre de 2023 y lo corrido de 2024 la rentabilidad agregada de los EC, medida por el indicador de rentabilidad del activo (ROA), se ha mantenido relativamente estable alrededor del 0,7 %, el cual es un nivel inferior al promedio de los últimos cinco años, pero que sugiere una corrección de la tendencia decreciente que traía a lo largo del año anterior. Se observa una gran dispersión de este indicador entre los EC, y un número elevado de establecimientos registran rentabilidades negativas. Este comportamiento está explicado, principalmente, por el mayor gasto en provisiones, en especial en la cartera de consumo, junto con un menor ingreso por intereses. Los EC en Colombia cuentan con niveles de solvencia y liquidez adecuados para enfrentar la materialización de diversos riesgos. En términos agregados, los indicadores de solvencia de los EC han aumentado y se ubican en niveles superiores a los mínimos regulatorios. Por su parte, los indicadores de liquidez, tanto estructural como de corto plazo, han aumentado desde mediados de 2023 y se sitúan también por encima de los límites regulatorios. Por otra parte, el activo de las instituciones financieras no bancarias (administradoras de fondos de pensiones, sociedades fiduciarias, comisionistas de bolsa, aseguradoras, entre otras) continuó creciendo. Este comportamiento se explica, principalmente, por la dinámica del portafolio de terceros que este tipo de entidades administra. Asimismo, la rentabilidad se mantuvo en niveles positivos y estables. Este Reporte también presenta un análisis de la resiliencia de las entidades financieras mediante ejercicios de sensibilidad que evalúan su respuesta ante hipotéticos escenarios adversos extremos y de baja probabilidad. Los resultados sugieren que el sistema financiero cuenta con la capacidad suficiente para enfrentar choques adversos de gran magnitud, lo cual corrobora su resiliencia durante el proceso de ajuste macroeconómico de Colombia en estos últimos años. En cumplimiento de sus objetivos constitucionales y en coordinación con la red de seguridad del sistema financiero, el Banco de la República continuará monitoreando de cerca el panorama de estabilidad financiera en esta coyuntura, y tomará las decisiones necesarias para garantizar el adecuado funcionamiento de la economía, facilitar los flujos sostenibles de recursos suficientes de crédito y liquidez y promover el buen funcionamiento del sistema de pagos. Leonardo Villar Gómez Gerente General

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